El periódico estadounidense agregó que “el ejército libanés logró desarmar en gran medida a Hezbolá en sus fortalezas del sur, en parte con la ayuda de la inteligencia israelí, mientras que el nuevo gobierno en el país busca darse cuenta del alto el fuego, lo que detuvo la violenta lucha con Israel el año pasado”.
“Se sorprendieron por el progreso realizado, que fue decisivo para mantener una frágil tregua concluido en noviembre”.
El periódico creía que “en la actualidad, la pregunta sigue siendo si el estado libanés podría cumplir la misión en el sur y expandir sus esfuerzos para incluir el resto del país”.
En este sentido, el primer ministro libanés, Navaf Salam, dijo “Wall Street Journal” que el estado debería monopolizar las armas en todos los territorios libaneses, señalando que el gobierno libanés ha alcanzado aproximadamente el 80% de sus objetivos en el desarme de las milicias en el sur del país.
Salam enfatizó que “el gobierno libanés no quiere poner al país durante la guerra civil, pero nos esforzamos por expandir y fortalecer el poder estatal”.
Hezbolá rechaza categóricamente cualquier investigación sobre sus armas en las circunstancias actuales y cree que su arma está asociada con la oposición de Israel y la protección del Líbano de los ataques israelíes.
La parte insiste en que cualquier discusión sobre el desarme debe estar asociada con la retirada completa de Israel del sur del Líbano y la terminación de todos los ataques, y cree que el primer paso debería ser el compromiso de Israel con las decisiones internacionales, y luego puede indicar seguridad interna o protección nacional.
Fuente: Wall Street Journal
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AUN para armas de Hezbolá: la decisión se tomó
El presidente libanés, Joseph Aun, declaró el domingo que los libaneses no querían la guerra, enfatizando la necesidad de restringir las armas de las armas, señalando que las armas de Hezbolá son un problema controvertido que se resuelve al comunicarse con las interesadas.