Estos resultados son un cambio cualitativo en nuestra comprensión del papel de la actividad física en el tratamiento.
El estudio, que fue monitoreado por investigadores del Hospital Médico Chino, realizó un análisis exhaustivo de 485 casos de 80 investigaciones científicas publicadas en la última década.
Y lo que demostró que esta amplia revisión demuestra que no hay duda de que el deporte no es solo una actividad entretenida, sino que se ha convertido en un elemento importante en los protocolos terapéuticos modernos.
Los resultados, a nivel de efectos físicos, mostraron que la práctica regular de los ejercicios reduce significativamente el daño causado por la quimioterapia del corazón y los nervios periféricos. También registró una mejora significativa en los síntomas de desenfoque del cerebro de muchos pacientes, lo que afecta negativamente las funciones cognitivas y la memoria. Las ventajas de esto no se detuvieron, sino que se expandieron para permitir el aumento en la eficiencia del sistema respiratorio y una disminución en las respiraciones molestas.
En el nivel psicológico y social del grupo, que están comprometidos con ejercicios físicos, han alcanzado mejoras significativas como el sueño y la salud mental en general. Estos grupos también registraron niveles más altos de interacción social y un sentido común de vida, que son factores vitales en el camino de recuperación de esta enfermedad maligna.
En este estudio, debe tenerse en cuenta que no estaba satisfecho con el análisis de ventajas comunes, sino en la penetración en detalles precisos que demuestran la efectividad de los ejercicios para mejorar los indicadores vitales importantes, como los niveles de insulina y un factor de crecimiento similar a la insulina y la proteína interactiva C, todos los cuales son indicadores vitales que están estrechamente relacionados con el desarrollo de la enfermedad y el tratamiento del tratamiento.
Entre los resultados excepcionales del estudio: el hecho de que los pacientes que practicaron los ejercicios antes de transferir operaciones registraron resultados significativamente mejores después de la cirugía. En los casos en que reducen los indicadores de complicaciones quirúrgicas, la intensidad del dolor disminuyó, así como la duración de la vida en el hospital, e incluso entre ellas la tasa de mortalidad se reduce en comparación con el mal funcionamiento de los deportes.
Los investigadores señalaron que esta revisión completa confirma categóricamente la efectividad de la inclusión de ejercicios físicos en los protocolos de tratamiento. Sin embargo, los expertos en salud dicen que las circunstancias individuales de cada paciente deben tenerse en cuenta, ya que el comienzo de los ejercicios debe ser gradual y proporcional al estado de cada persona, con la necesidad de consultar con el grupo médico asistente.
Este estudio histórico abre nuevos horizontes en el tratamiento del cáncer, ya que demuestra que el deporte ya no es solo actividades adicionales, sino que se ha convertido en una tasa importante en un sistema de tratamiento integral, lo que da nuevas esperanzas a millones de pacientes en todo el mundo para mejorar la calidad de su vida y aumentar las posibilidades de su recuperación.
Fuente: Guardián