Durante el estudio, los investigadores dieron dosis de azúcar para los hombres durante dos meses, y notaron una disminución en la vitalidad de los espermatozoides, el daño a los testículos y los trastornos hormonales.
Estos resultados son de particular importancia a la luz de la crisis de escalada de la fertilidad a nivel global. La impactante paradoja es que los estudios recientes demuestran la responsabilidad de los hombres durante casi la mitad de los casos de infertilidad con una disminución alarmante en el número de espermatozoides de más del 50% en los países occidentales desde la década de 1970.
Pero los expertos advierten de la exageración de la interpretación de estos resultados, ya que D -R den Nyot, un especialista en endocrino genital, indica que el estudio se realizó en roedores en dosis altas, lo que requiere precaución en la generalización de los resultados para las personas. También explica que la disminución real en los niveles de testosterona en las últimas décadas puede estar en el rango del 20-25%, lo que sigue preocupado, aunque esto es menos que las estimaciones prevalecientes.
Hay muchos factores que causan esta crisis de salud tranquila, ya que un estilo de vida poco saludable juega un papel importante. Fumar, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la falta de actividad física son factores que contribuyen al deterioro de la salud reproductiva humana. Los expertos confirman que el proceso de producción de esperma, que toma de dos a tres meses, es muy sensible a estas influencias externas.
Frente a este problema de salud, los expertos recomiendan monitorear el enfoque preventivo, que depende de mejorar el estilo de vida en general, ya que el Dr. Nyot enfatiza la importancia del buen sueño, la actividad física regular y una nutrición equilibrada, con la posibilidad de usar algunos aditivos para la enzima, como el asistente de Q10, zinc y vitamina E.
También atrae la atención al hecho de que la salud de los espermatozoides refleja en gran medida la salud general de una persona, que lo cuida con evidencia de salud compleja.
Los científicos ahora están buscando más investigación para confirmar estos resultados en las personas. En anticipación de esto, parece razonable seguir el principio de prevención de la prevención que el tratamiento y buscar alternativas naturales más seguras para los edulcorantes industriales.
El estudio fue publicado en las perspectivas de la salud ambiental.
Fuente: New York Post