La polémica sobre la IA en ‘The Brutalist’: “No dejemos que este ruido eclipse una gran película”

El veterano productor de cine y televisión Stan Brooks defiende que las modificaciones realizadas en la película nominada al Óscar de Brady Corbet no deben ser malinterpretadas como una amenaza de la inteligencia artificial para la industria del cine: “Hacemos ajustes mínimos en todas las películas y nadie dice nada.”

Llevo tantos años haciendo películas y series que recuerdo cuando llegó la televisión por cable y se decía que acabaría con las cadenas de televisión tradicionales. Noticia de última hora: la televisión en abierto sigue existiendo. También recuerdo cuando apareció el vídeo doméstico y muchos anunciaban el fin del cine en salas. Noticia de última hora: todavía hay estrenos en cines.

El último “momento de pánico colectivo” tiene que ver con el uso de inteligencia artificial en The Brutalist para mejorar las interpretaciones en húngaro de Adrien Brody y Felicity Jones. Francamente, no entiendo por qué se está señalando al objetivo equivocado.

La polémica gira en torno a que el montador de la película utilizó el software “Respeecher” para ajustar ciertos sonidos vocálicos en los diálogos de Brody y Jones, quienes interpretan a personajes húngaros. En un artículo reciente de Vanity Fair, se menciona una publicación viral en redes sociales que afirma: “Lo que han hecho con la IA en The Brutalist me entristece mucho, porque cuántas veces pasará esto en el futuro, cuando vea una película magníficamente hecha y descubra que usó IA en algunas partes…”

¿Por qué esto es siquiera un tema de debate, y mucho menos una controversia? Llevamos décadas haciendo exactamente lo mismo en las salas de edición, en los estudios de sonido y en las mesas de mezclas.

Mi carrera como productor comenzó a finales de los años 80, y en todo este tiempo he producido y dirigido más de 80 películas y episodios de televisión. Siempre hemos hecho pequeños retoques para mejorar las interpretaciones de voz. Por ejemplo, si un actor da la toma perfecta en la tercera repetición de una escena, pero un ruido de fondo como el claxon de un coche o un golpe en el micrófono estropea una palabra, ¿vamos a conformarnos con la segunda mejor toma? No, si podemos evitarlo. Con el software Pro Tools, que reemplazó el trabajo manual en la edición de sonido, podemos extraer esa palabra de otra toma y colocarla en la tercera. Así salvamos la mejor interpretación.

Si un actor está filmando una escena en el arcén de una autopista y el ruido impide escuchar el diálogo, reemplazamos su voz con ADR (regrabación de diálogos), una técnica digital que sustituyó al antiguo método analógico conocido como looping. Algunos actores incluso solicitan grabar ADR para mejorar sus interpretaciones, aunque el sonido original sea perfecto. Donald Sutherland, por ejemplo, era un gran defensor del looping y me contó que aprendió a perfeccionar su actuación gracias a los consejos de Federico Fellini en Casanova.